La muerte, entre carnavales y leyendas

En estas últimas semanas hemos vivido, sin quererlo ni beberlo, la visita de la parca (más mediática de todos los tiempos, todo sea dicho) tras llevarse a un personaje de gran relevancia deportiva en nuestro país (o eso se ha dado a entender).

Y aunque parezca mal educado, irrespetuoso, e irreverente, a mi, como con la mayoría de las cosas, me a dado, llegado a un punto, por tomármelo con humor. Humor que no intenta sino hacer más llevadera una situación dramática que con calzador diariamente hemos tenido que vivir de forma obligada.

Con todo esto quiero dar lugar a un cuarteta, que resuena en mi sesera últimamente. Del popurrí de "Guadalupe", 1er premio de comparsa del año 2003, de Luis Rivero.

Decía así:

Las leyendas mejicanas, con la muerte no se callan, y se ríen al nombrarla.
Sólo viven la realidad, sin pensar en el mañana, las leyendas...
Cuando el cuerpo se hace alma, nuestro pueblo no se alarma, no le asusta la guadaña.
Son historias de eternidad de leyendas mejicanas, las de un pueblo inmortal...

Haber si cogemos todos un poquito de aire, y vivimos, que es lo importante.