1) Dígannos si no es curioso que Tino Tovar, que le dedicara en su momento aquel bonito pasodoble a Antonio Martínez Ares reclamándole que volviera con su madre, el COAC, sea junto a Miguel A. García Argüez culpable de devolver al Falla el coro de Antonio Procopio, que en la actualidad no es recordado más allá de por la tragantá que se tiró el año pasado con el niño en un tango. Pues si, el año que viene traerán Tiempo modernos, y es verdad que los dos nuevos autores crean expectativas. Un lavado de cara en toda regla.
2) Cuando Antonio Martín disolvió el grupo, muchas lenguas (malas o buenas según se prefiera) apuntaron a que unos de los motivos era el descontento de Javier "el pájaro", ante la falta de reconocimiento en parte de la autoría de las últimas agrupaciones. Este debate puede resolverse el próximo COAC, ya que se ha hecho público que en 2018 tendremos sobre las tablas en una comparsa con su plena autoría, bajo la dirección de Josele de los Ríos. Ya veremos entonces si se puede comparar los versos de unos y otros años, tanto, como para que todo el mundo quede satisfecho con la respuesta.
3) En chirigotas, el pasado Enero/Febrero la agrupación Al borde del precipio: Los Rancios ilusionó con su primer pase en Preliminares, y luego dejó a todos desencantados al ver como se desinfló en Cuartos. Fue en definitiva el primer paso de una andadura, de la que todos esperamos mucho en años venideros por contener entre sus a jóvenes chirigoteros con ganas de dar guerra. Quizás no haya que esperar mucho, y con la incorporación del autor de Los Piratas Informáticos o Los de Gris (donde tuvo parte de culpa de su primer premio) veamos esa mejoría:
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